miércoles, 9 de noviembre de 2016

ANÁLISIS DEL CASO 1 DE CONVIVENCIA ESCOLAR

Caso práctico 1: Educación Primaria
Adrián es un niño tímido y con faltas de habilidades para relacionarse con sus compañeros, al inicio del curso los padres le escolarizan en sexto de Educación Primaria en un nuevo colegio a causa de un cambio de ubicación del negocio familiar. Esta situación incide en el carácter del niño que pierde la relación con su pequeño grupo de amigos del anterior colegio.
En enero, los padres de Adrián se reúnen con la tutora de su hijo y le comunican que el niño se encuentra triste desde que volvió de vacaciones de Navidad, que por las mañanas tarde en vestirse y hace lo posible por retrasar su salida al colegio. Asimismo, comentan que esta situación comenzó durante las vacaciones de Navidad. Un día que Adrián estaba jugando con un helicóptero dirigido con Félix, un compañero del colegio que vive en la mima plaza, le pidió el mando, Adrián se lo dejó y Félix comenzó a manejar bruscamente el juguete hasta que terminó rompiéndose la hélice en la rama de un árbol. Adrián protestó y se quejó, pero Félix le dijo que había sido un accidente aéreo y que al ser Adrián el piloto, él era la víctima y ya no podía ir al colegio porque había muerto al estrellarse.
En la entrevista, la tutora manifiesta a los padres que no encuentra en clase ningún comportamiento fuera de lo normal y que Adrián, al que considera tímido, está como siempre. También les comenta que aunque no ve que Adrián y Félix jueguen juntos, que no se preocupen, que no todos los niños participan en los mismos grupos de juegos y que el estado de ánimo de Adrián seguramente será porque tiene que entregar un trabajo y va con retraso.
La semana siguiente, Adrián tiene que ser atendido en el colegio porque recibe un golpe en el ojo con un balón cuando estaba mirando cómo sus compañeros de clase jugaban un partido de fútbol. El golpe es considerable y Adrián cuenta entre sollozos que Félix le ha lanzado el balón a la cara cuanto estaba cerca. El jefe de estudios le comenta a Adrián que no se queje, que lo que tenía que hacer es jugar al fútbol con sus compañeros y no quedarse mirando detrás de la portería, que si se ponía en ese lugar lo lógico es que recibiera un balonazo cuando intentaban meter gol.
Ese mismo día, a la salida del colegio, Félix se cruza con Adrián y se lleva la mano al ojo mientras se ríe. Luego Gonzalo, amigo de de Félix, da un golpe con la mano en el cuello a Adrián mientras le dice “cuidado con tu pelota” y Ana, amiga de Gonzalo, se burla de Adrián haciendo ver que llora.
Al llegar a casa, Adrián cuenta el incidente a sus padres quienes al día siguiente van al colegio y se entrevistan con el jefe de estudios. En la conversación, éste no da ninguna importancia a lo sucedido y le dice que en los juegos suceden estas cosas y que las burlas son cosas de niños, que a esa edad lo hacen sin milicia y forjan el carácter. Los padres le recuerdan que Adrián no estaba jugando que, de hecho, nunca juega porque no le seleccionan para los equipos que los compañeros forman en los recreos, a lo que el jefe de estudios contesta que lo que tiene que hacer Adrián es hacerse amigos en el colegio e integrarse. Además, les comenta que ellos como padres tienen que fomentar que su hijo se relacione con sus compañeros tanto dentro como fuera del centro.
Tras la entrevista con los padres, el jefe de estudios le comenta a la tutora que haga algo para que los padres de Adrián dejen de protestar, que ya han ido dos veces en poco tiempo y que vigile lo que pasa con él.
Al día siguiente, la tutora les dice a todos los alumnos que los padres de Adrián se han quejado de que no juega al fútbol, así que siempre que haya fútbol Adrián formará parte de un equipo, que le traten bien porque ella va a vigilar que sea así y les recuerda que en los equipos tienen que haber chicos y chicas.
El lunes siguiente durante el recreo, Adrián juega en uno de los equipos. Cuando comienza el partido, Gonzalo le dice “ponte ahí que tu puesto es el de medio estorbo”. Al poco tiempo, Adrián deja de jugar cuando Irene le pone una zancadilla sin que llevara el balón. Al caerse sufre un golpe en la rodilla y se queja de dolor que, al mismo tiempo, sangra un poco. Algunos alumnos que estaban jugando se ríen y Félix le dice “habrá que sustituirte por inútil”. Otros alumnos cuando Adrián se va le dicen en voz baja que lo sienten y que Félix, Gonzalo e Irene son muy brutos.
Cuando Adrián cuenta a sus padres lo que ha pasado piden urgentemente cita a la directora.

Tras analizar el caso propuesto contestaré a las cuestiones planteadas.
  • ¿Estos hechos pueden considerarse como acoso?                                            Si, por que se dan conductas de violencia intencionada, mantenida en el tiempo y con una clara intencionalidad vejatoria. No  son hechos violentos puntuales.
  • ¿Qué documentos o planes del centro deben contemplar y tener previstas este tipo de conductas?                                                                                 Creo que este tipo de conductas deben estar tratadas cómo abordarlas en el Proyecto Educativo de Centro, en el Proyecto Educativo de Etapa y en el Proyecto Curricular en el epígrafe o apartados correspondientes al área de convivencia escolar. Así mismo y de capital importancia debe tratarse en el Plan de Convivencia Escolar del centro que se incluirá en el Reglamento de Régimen Interno. En estos documento y de manera clara se estableceran una serie de procedimientos que justifiquen, sostengan, propongan soluciones y estén consensuadas por todas las actuaciones en los temas de convivencia.
  • ¿Qué te parecen las reacciones del jefe de estudios y de la tutora?                  No calificaré sus reacciones, si expondré que es una posición bastante habitual, que refleja la aceptación de la violencia como producto de la modernidad y de nuestra sociedad contemporánea, que asume que la violencia es inevitable y que la victima tiene que buscar las soluciones. Esta posición paraliza la acción para una construcción positiva de las relaciones pedagógicas, afectivas... y con ello elude la responsabilidad individual y colectiva para cambiar las condiciones en las que surge el conflicto y la violencia escolar.
  • ¿Qué medidas educativas y/o disciplinarias podrían activarse ante estos hechos?                                                                                                      Aquellas, que como he dicho antes, deberían haberse consensuado para la aprobación de los documentos donde se recogen actuaciones proactivas de la Convivencia Escolar. Esas actuaciones no siempre, aunque también, serán punitivas, sino que propondrán en positivo una adecuada educación emocional como proceso educativo continuo y permanente.
  • ¿Qué opinas sobre los comportamientos de los alumnos?                                Que un acto de violencia como el que aquí se analiza puede ser la punta del iceberg. Habría que preguntarse la "historia previa de los alumnos" y comprender como "han actuado los profesores anteriormente".

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